Historia

El término “clarinete” proviene al añadir el sufijo “et”, que significa pequeño, a la palabra latina “clarino”, que significa pequeña trompeta. La razón para ello es que en el Barroco muchas veces se empleaba el clarinete  para sustituir a la trompeta cuando ésta necesitaba ejecutar notas cromáticas, cosa imposible de conseguir en la trompeta natural que era la utilizada en esa época.
El clarinete tiene su origen en un antiguo instrumento popular francés: el “chalumeau” (instrumento de lengüeta simple con siete agujeros). En el siglo XVII un clarinetista alemán llamado Johann Christoph Denner le agregó una llave para el pulgar de la mano izquierda, que permitía producir una nueva gama de sonidos, una duodécima por encima de la nota original. Esto marca el comienzo de la evolución del instrumento hasta su estado actual, en el que hay fundamentalmente dos tipos de clarinetes según el mecanismo: el sistema Böehm usado en casi toda Europa, Asia y América y el Öhler utilizado en Alemania, Austria y algunos países de ese entorno.



CHALUMEAU (precursor del moderno clarinete)

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